Una decisión del gobierno provincial, prioriza el uso de los muelles de la provincia por parte de los buques de pasajeros. Hay cargas necesarias para la industria y la comunidad que no pueden ser descargadas.
Lo que normalmente debe ser un motivo de alegría para las autoridades y comunidad de la provincia más austral del país, se ha transformado en una pesadilla para muchos a partir de una decisión que las autoridades gubernamentales y portuarias de la Isla de Tierra del Fuego han tomado desde hace algún tiempo pero que en el presente se torna insoportable para los operadores marítimos y portuarios, como así también para los sectores industriales y agropecuarios de la zona.
Con el afán de potenciar la explotación turística de los incomparables paisajes de la región y a partir de directivas políticas de la gobernación, la administración del puerto de Ushuaia otorga prioridad absoluta para el uso de muelles y atracaderos a los buques de pasajeros que recalan en la isla, dejando relegadas a las operaciones de carga y descarga por todo el tiempo que resulte necesario para que el negocio turístico no se resienta.
Empresarios navieros que operan normalmente la línea marítima entre Buenos Aires y Ushuaia, explicaron que la situación es tan extraña que determina que, si un buque de carga consiguió tomar amarras en el puerto y comienza a operar en la carga o descarga de bienes o insumos, la sola solicitud de un agente marítimo representante de un buque extranjero de pasajeros basta para que la nave comercial deba interrumpir sus operaciones y abandonar el puerto, debiendo quedar fondeada en la rada de la ciudad a la espera de volver a tener un lugar, lo que puede insumir diez, quince o hasta veinte días de demora.
“Lo que está sucediendo carece sencillamente de sentido común. Nuestros buques prestan un servicio comercial de vital interés para la provincia y la Nación. Y El negocio de los cruceros también es una actividad comercial pero la entrada o salida de un paquebote antes o después, solo supone un trastorno para el operador turístico mientras que en nuestro caso se pone en juego el abastecimiento de bienes necesarios para el día a día de la población” Indica el CEO de una de las navieras que abastece a la isla.
El Asturiano II y el Argentino II
En el puerto de Ushuaia, el caso de los buques Asturiano II y Argentino II es emblemático. Estos barcos llegan a Tierra del Fuego, con materiales para la industria de la construcción, insumos para el polo tecnológico de la zona franca, víveres y medicamentos para la población, productos de uso en la actividad agropecuaria y pesquera, y hasta derivados de hidrocarburos. Luego de descargar sus bodegas, traen repletas sus cubiertas de contenedores, con productos electrónicos y pesqueros procesados. Esta suma de mercaderías constituyen el grueso de los ingresos de la provincia muy por encima de lo que ingresa por servicios turísticos. A pesar de ello en algunas ocasiones estos buques esperan por un muelle hasta 20 días, lo que encarece muchísimo el servicio ya que una nave de este tipo tiene un costo de aproximadamente U$S 20.000 por día.
Voceros del puerto de Ushuaia hace pocas horas señalaron: “Efectivamente en este preciso momento tenemos un buque portacontenedores con material sensible para la provincia, que hace cuatro días que espera por un lugar y de no mediar una revisión de la medida por parte de las autoridades, no vemos factible su ingreso hasta antes del fin de semana. Pero aunque lo podamos hacer ingresar será muy difícil que pueda descargar y cargar de corrido, pues estamos sobrepasados por los cruceros”.
Los operadores comerciales locales han reiterado con frecuencia que la alternativa del transporte por camión es compleja y mucho más cara. Además para llegar por tierra el camión debe ingresar a territorio chileno lo que generaría un engorro administrativo y aduanero extra que agrega perdida de tiempo y gastos extraordinarios que atentan contra la competitividad local.
Durante la gestión de Mauricio Macri, comenzaron las tareas de ampliación del muelle de Ushuaia para poder albergar en simultaneo buques mercantes y de pasajeros, pero la obra fue abandonada y por el momento no hay razones claras sobre la suspensión de las mismas.
Este medio consultó al Presidente de una de las cámaras del sector naviero sobre cual sería la solución, a lo que el empresario respondió. ” Las autoridades locales están flagelando a su propio pueblo. Debería administrarse un adecuado equilibrio entre ambas actividades de tal suerte que la isla mantenga su flujo turístico sin atentar contra el comercio marítimo local. Imagínese que esta situación no se podrá mantener mucho en el tiempo, si las navieras continúan trabajando a pérdida antes o después dejarán de atender este tráfico y eso es sinónimo de desempleo para cientos de empleados terrestres y marítimos y no le cuento lo que pasará con el movimiento comercial de Tierra del Fuego porque no me atrevo a evaluar las consecuencias”. Finalizó.
Si bien es cierto que a partir de la re estructuración portuaria nacional establecida en la década del 90 por Carlos Menem, son las provincias las que manejan sus puertos, muchos especialistas coinciden en señalar que ante lo grave de la situación se podría solicitar al Ministerio de Transportes de la Nación una suerte de intervención. Acto seguido aclaran que debido a que al día de la fecha aún el Ministro Meoni no ha podido designar funcionarios en la subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Nación, en este momento un reclamo a nivel nacional se torna virtualmente imposible.