Rusia comienza la producción de nuevas ojivas, esta vez ‘antiinfantería’

La nueva munición del RPG-7V2, tradicionalmente concebido como un arma antitanque, está pensada para eliminar enemigos en posiciones fortificadas.

La empresa NPO Bazalt, sucursal de la corporación estatal de defensa rusa Rostej, comenzó la producción en masa de nuevas municiones de ataque antiinfantería para los lanzacohetes RPG-7V2, una emblemática arma de la Guerra Fría, informó este martes TASS remitiéndose al jefe de la oficina de diseños de Bazalt, Nikolái Seredá.

Un video de pruebas de las nuevas ojivas del veterano lanzacohetes, concebido en la URSS en los 1950 como un arma antitanque y todavía en uso en decenas de países, fue publicado en un reportaje de la cadena militar Zvezdá. Esta vez se trata de ojivas con carga termobárica, pensadas para eliminar a enemigos en posiciones fortificadas.

Al explotar, las municiones termobáricas forman una nube de aerosol incendiario que se activa de inmediato, anulando cualquier opción de salvación para los objetivos rivales que se encuentren en torno a la zona de impacto.

“En la actualidad se ha desarrollado otra munición para el RPG-7V2; tiene la letra ‘O1’ [que indica que es un producto fabricado en serie], ha pasado las pruebas estatales. Utiliza principios no convencionales de destrucción y eliminación de infantería”, detalló Seredá.

Este 15 de junio de 2021, el RPG-7 cumple 60 años desde que fuera aprobado por el Ejército soviético. Bazalt considera que, pese a esta considerable edad, el arma tiene todavía grandes perspectivas.

“Creo que en los próximos 30 años tiene un gran futuro, que se debe a la modernización tanto del propio lanzacohetes como al desarrollo de cada vez más municiones con una mayor eficiencia”, afirmó Seredá.

“En cuanto a las nuevas municiones, (…) para este lanzacohetes RPG-7V2 modificado se están desarrollando ojivas más avanzadas con una eficiencia de aproximadamente un 20-30 % más alta que las actuales”, reveló el ingeniero jefe de Bazalt.