La médica forense del condado de Summit, Lisa Kohler, declaró que Jayland Walker, de 25 años, no presentaba rastros de drogas ni alcohol en su organismo al momento de ser abatido. Asimismo, detalló que se detectaron impactos de bala en el torso, la pelvis, las piernas y el rostro.
“El hecho de que, después de haber sido disparado casi cuatro docenas de veces, los oficiales aún lo esposaran mientras yacía inmóvil y sangrando en el suelo es absolutamente inhumano”, aseveró la firma de abogados DiCello Levitt Gutzler. “La familia está devastada por los hallazgos del informe y aún espera una disculpa pública del Departamento de Policía”.