“Tengo un gran cariño por el pueblo ruso y también tengo un gran cariño por el pueblo ucraniano. […] Estoy en medio de dos pueblos que amo”, dijo el sumo pontífice a bordo de su avión cuando regresaba de una visita a Baréin.
“Prefiero pensarlo de esta manera porque tengo un gran aprecio por el pueblo ruso, por el humanismo ruso. Basta pensar en [el escritor Fiódor] Dostoyevski, quien hasta el día de hoy nos inspira, inspira a los cristianos a pensar en el cristianismo”, destacó.