
El organismo tuvo conocimiento de la desaparición de los 10 contenedores con el elemento químico gracias a una inspección prevista inicialmente para el año pasado que “tuvo que ser aplazada debido a la situación de seguridad en la región” y que finalmente se llevó a cabo el martes.
El hecho “puede representar un riesgo radiológico, así como preocupaciones de seguridad nuclear”, señaló el OIEA, agregando que realizará “actividades adicionales” para determinar las circunstancias de la desaparición del uranio y dar con su paradero.