
El jefe de la inteligencia alemana, Bruno Kahl, anunció al Servicio Federal de Inteligencia (BND por sus siglas en alemán) que ha sido realmente difícil encontrar suficiente personal debido a que los antiguos miembros del servicio se están jubilando, no existen suficientes reemplazos y los potenciales espías prefieren el trabajo remoto.
Según the Guardian, Kahl expresó que “el trabajo remoto es casi imposible en BND por razones de seguridad, y no poder llevar el teléfono móvil al trabajo es pedirle mucho a los jóvenes que buscan trabajo”.
El servicio alemán en su sitio web muestra que desde su fundación en 1956 alrededor de 6500 personas han trabajado para el BND sin embargo, ahora representa un reto encontrar nuevos espías que quieran trabajar presencialmente.