El Consejo de la Unión Europea ha adoptado este lunes una decisión y un reglamento que obligan a los depositarios centrales de valores que poseen activos y reservas del Banco de Rusia por valor de al menos 1 millón de euros, que están congelados desde febrero de 2022, a contabilizar por separado los ingresos acumulados por el uso de estos fondos.
Asimismo, se prohíben las transacciones con los activos rusos en poder de las instituciones financieras en los Estados miembros de la Unión Europea y disponer de los beneficios netos resultantes, comunica el Ejecutivo comunitario.