Así lo declaró el líder de la oposición de Israel, Yair Lapid, asegurando que tanto los adversarios, como los socios de Tel Aviv “huelen” su incompetencia a la hora de dirigir el país.
“Estuve en Washington la semana pasada en una reunión con altos funcionarios de la Administración. Están consternados por este Gobierno: la irresponsabilidad, la falta de profesionalismo, la gestión fallida, la ingratitud”.