Una semana después de las catastróficas inundaciones que dejaron más de 200 muertos en parte de la provincia española de Valencia, a las labores de búsqueda de desaparecidos y de limpieza y reconstrucción de los municipios devastados, se une la preocupación por la salubridad de la población afectada.
Precisamente, los problemas relacionados con la afectación de las redes de agua sanitaria y con los cortes de luz están detrás de gran parte de los riesgos sanitarios que las autoridades pretenden atajar.