
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) colombiana imputó crímenes de guerra y de lesa humanidad a 12 exintegrantes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes pertenecieron a siete estructuras armadas que operaron en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca.
“La Sala de Reconocimiento de la JEP imputó crímenes de guerra y de lesa humanidad a 12 antiguos miembros del Comando Conjunto de Occidente (también conocido como Bloque Occidental desde 2012), al Bloque Móvil Arturo Ruiz, al Frente 6.º, a la Columna Móvil Miller Perdomo, y a las Compañías Móviles Alonso Cortés, Ambrosio González y Simón Rodríguez de las extintas FARC-EP dentro del Caso 05, que investiga la situación territorial del norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca, el cual tiene el mayor número de víctimas acreditadas ante la JEP, con más de 200.000 personas y 138 organizaciones”, indicó el tribunal de paz en rueda de prensa.
Entre los crímenes de lesa humanidad identificados se encuentran el asesinato, el traslado forzoso de población, la persecución y otros actos inhumanos. Además, les imputaron crímenes de guerra como ejecuciones sin juicio previo, desplazamiento forzado, utilización de niños y niñas en el conflicto, ataques a la población civil y destrucción de bienes culturales y del medio ambiente.
La JEP basó su decisión en una exhaustiva investigación que incluyó 20 informes de organizaciones de víctimas, siete versiones colectivas y 50 individuales, además de documentación de la Fiscalía General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y decisiones previas de la Corte Constitucional.
La JEP nació como un tribunal para investigar los crímenes cometidos durante el conflicto armado colombiano y fue establecida tras la firma del Acuerdo de Paz en 2016 en La Habana, entre las FARC y el Estado colombiano.