
De acuerdo con el anuncio, los entrenamientos tienen el objetivo de poder responder rápidamente “a los cambios de la situación militar en zonas sensibles provocados por el enemigo”.
Kim Jong-un, líder de la RPDC, dirigió personalmente el simulacro, durante el que se utilizó un sistema de lanzacohetes múltiple de 600 mm y el misil balístico táctico Hwasong-11.