Sin importarle que un niño de 13 años presenciara el acto de salvajismo contra su papá, el maestro de judo 6to. Dan Ángel Alberto Alonso atacó golpeando a un padre que le reclamaba por la discriminación y persecución de la Federación de Judo de Tierra del Fuego que preside Ricardo Costilla y de la cual Alonso es tesorero.
Ángel Alberto Alonso, sobre quien pesa una causa penal por lesiones, inexplicablemente recibió en sus manos el premio con el cual la Agencia de Deportes distinguió a los deportistas del centenario de Río Grande.
Como si se tratara de una burla a toda la sociedad, el maestro golpeador recibió el diploma y el premio de reconocimiento a una federación que está cuestionada por haber discriminado y maltratado a niños menores de edad, hasta llegar incluso a echar a integrantes de la selección provincial del dojo municipal por órden de Ricardo Costilla, además de prohibirles a varios niños participar de torneos nacionales a pesar de ser algunos de ellos medallistas nacionales o incluso haber representado al país en campeonatos panamericanos.
La causa que pesa sobre el Maestro golpeador está caratulada Alonso, Ángel Alberto s/Lesiones Expediente 34.123, y es instruida por el Juzgado de instrucción Nro. 1 del Distrito Judicial Norte.
El padre del menor -a quién no nombraremos para preservar la identidad e integridad del niño- en ningún momento se defendió, ni reaccionó ante el ataque del violento y descontrolado Maestro de judo.
Recordemos que Alonso junto al Maestro Ricardo Costilla son las más altas graduaciones otorgadas por la Confederación Argentina de Judo en Tierra del Fuego y se han transformado en todopoderosos del judo fueguino a pesar que Costilla en 2015 fue inhabilitado por la Inspección General de Justicia y sancionado por dos años para ocupar cargos en asociaciones civiles, sin embargo en 2017 a pesar de estar inhabilitado, reapareció públicamente ostentando el cargo de presidente de la federación fueguina.
Los problemas comenzaron cuando el presidente de la federación fueguina Ricardo Costilla, su secretario Daniel Szarapo, el tesorero Ángel Alberto Alonso, con el aval del presidente del Club de Fútbol Q.R.U. Arturo «Patulo» Andrade, les prohibieron arbitrariamente a los dos niños, hijos del papá agredido, participar de campeonatos nacionales, aduciendo que no están federados.
Ahora inexplicablemente Aloso recibe de las autoridades municipales un reconocimiento que entendemos es el fruto del esfuerzo de muchos judokas que no se siente representados por un violento que lejos de ocuparse por incluir, se ha dedicado junto a una patota dirigencial a perseguir, maltratar y discriminar a niños, incluso llegando a golpear a un padre que reclamaba por los derechos de sus hijos.