Caso Raimbault: Ríos, Bertone y Zaffaroni buscan garantizar la impunidad en Tierra del Fuego

Es muy importante entender, por qué el caso Raimbault marca un antes y un después en la provincia de Tierra del Fuego en materia de la responsabilidad de los funcionarios políticos y como impactan sus decisiones en materia institucional y judicial.

Como así también como podría ser el anclaje para permitir el avance de causas contra la corrupción en Tierra del Fuego y porque Fabiana Ríos, Rosana Bertone y Zaffaroni están interesados en que la responsabilidad de los funcionarios no sea juzgada.

Resulta que durante el ejercicio de la vice gobernación de la gestión Ríos, el vicegobernador Manuel Raimbault avanzó en descontarle el salario a los empleados públicos de planta permanente del poder legislativo, pese a que la medida fuera desaconsejada por un dictamen jurídico y un fallo del Superior Tribunal de Justicia fueguino.

Los empleados públicos de la planta permanente del poder legislativo avanzaron en un juicio contra Manuel Raimbault por descontarles sus haberes, juicio que fue ganado por los empleados públicos legislativos en las diferentes instancias y Raimbault fue condenado en costas.

Posteriormente el Tribunal de Cuentas de la provincia le inicio una demanda judicial a Raimbault, quien fue condenado a pagar las costas del juicio que ganaron los afectados por sus acciones irresponsables.

El ex vicegobernador acudió en última instancia ante el Superior Tribunal y es allí donde ahora fueron presentados tres “amicus curiae” firmados por Fabiana Ríos, Rosana Bertone y Eugenio Zaffaroni.

Los “amicus” son escritos técnicos que pueden presentar personas individuales y organizaciones de la sociedad civil presuntamente ajenas a una disputa judicial, pero que tengan un justificado interés en la resolución final del litigio, para ayudar al tribunal a resolver la controversia.

Lo curioso es, que es la primera vez en la historia fueguina que un recurso jurídico de este tipo es presentado por dos ex gobernadoras y por un jurista de la como Zaffaroni.

Además, Fabiana Ríos, que lidera el Partido Social Patagónico y gobernó la provincia entre 2007 y 2015, y Rosana Bertone, que presidió el PJ y gobernó entre 2016, renunciando en el 2019, mantienen en público históricas diferencias políticas, pero al parecer en este caso encontraron una causa común.

El tema de fondo del caso Raimbault, es que se podría constituir un caso testigo para la aplicación del artículo 188 de la Constitución Provincial de Tierra del Fuego.

Recordemos que el artículo 188 de la Constitución Provincial es muy clara al respecto cuando define la Responsabilidad.

Los funcionarios de los tres poderes del Estado Provincial, aun el interventor Federal, de los entes autárquicos y descentralizados y de las municipalidades y comunas, son personalmente responsables por los daños que resulten de las violaciones a sus deberes y a los derechos que se enuncian en la Constitución Nacional, en la presente y en las leyes y demás normas jurídicas que en su consecuencia se dicten.

El Estado Provincial será responsable por los actos de sus agentes realizados con motivo o en ejercicio de sus funciones y estará obligado a promover acción de repetición contra los que resultaren responsables.

En efecto, el caso Raimbault podría abrir la puerta a que finalmente se pueda responsabilizar a los funcionarios políticos por el perjuicio causado al estado en causas como el acuerdo Chino durante la gestión de Fabiana Ríos o la defraudación al estado por más de 55 millones en el Laboratorio del Fin del Mundo durante la gestión de la renunciada ex gobernadora Rosana Bertone.

Por otro lado, en el caso de la presentación que hizo como amigo, Eugenio Zaffaroni ante el  Superior Tribunal Fueguino, resulta incompatible con su cargo de juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ya que el caso podría llegar hasta esa instancia de revisión. Según fuentes se estaría evaluando hacer una denuncia ante la OEA por esta nueva conducta impropia del juez Zaffaroni en este caso.

Por lo visto el interés común que reflejan las ex mandatarias no resultaría ser tan altruista a la vista de los hechos concretos que se podrían desencadenar, lo cierto es que podría ser el inicio del fin para los actos de corrupción e incompetencia en Tierra del Fuego.