Pablo Duggan, conductor de Desafío 20.21, analizó los resultados de las elecciones legislativas del domingo en su editorial y aseguró que «la prensa opositora es el gran derrotado», ya que fueron los que «crearon un clima de apocalipsis».
En la placa utilizada para acompañar gran parte del programa se destaco la figura del gobernador de Tierra del Fuego Gustavo Melella y Jorge Capitanich por el Chaco, únicas provincias donde se dio vuelta el resultado electoral consiguiendo un amplio triunfo a favor del gobierno nacional.
«Compararon con Alberto Fernández con De la Rúa, hablaron de la sucesión. Y no lo dijeron una vez, insistieron todos los días. Pronosticaron una catástrofe económica», afirmó el periodista este lunes en la pantalla de C5N.
Si bien en los votos el Frente de Todos perdió, Duggan aclaró que en «la política no es contar los números uno por uno», sino que «tiene que ver con construcción de sentido de clima». En este sentido, remarcó que había «mala onda» en el búnker de Juntos por el Cambio había mala onda y «felicidad» en la sede oficialista.
Las definiciones de Pablo Duggan
«La política no es contar los números uno por uno, tiene que ver con la construcción de sentido y de clima. Y sobre todo, las expectativas».
«Las expectativas son todo en economía, y en la política también».
«Tuvimos la pandemia y fue una guerra, una locura total. Van a pasar diez años y nos vamos a acordar de este horror. La pandemia se cargó de Trump, Biden ya perdió una elección habiendo arrancando, la jubiló a Merkel, a los oficialismos les fue pésimos a todos».
«Después de este horror, cualquier resultado maso menos potable es un triunfo político para el Gobierno. Te deberían haber destrozado a votos».
«¿Por qué había la mala onda que había en Juntos por el Cambio y felicidad en el Frente de Todos?».
«La prensa opositora es el gran derrotado. Todos crearon un clima de apocalipsis, de 2001. Compararon con Alberto Fernández con De la Rúa, hablaron de la sucesión. Y no lo dijeron una vez, insistieron todos los días. Pronosticaron una catástrofe económica».
«Armaron una expectativa destituyente y de colapso económica. Pero hoy no pasó nada parecido al 2001, está todo igual, ni mejor ni peor».
