Tres nuevos Centros Científicos en la Antártida

Con más de 119 años de presencia en la Antártida Argentina el Estado Nacional continúa invirtiendo en desarrollos científicos y tecnológicos con calidad de exportación. Durante febrero y marzo serán desplegados en las bases San Martín, Esperanza y Orcadas tres nuevos laboratorios y estarán destinados a investigaciones y tareas científicas del Instituto Antártico Argentino.

También se conoció una novedad este año se concretará una nueva hazaña en los confines del mundo con el despliegue de tres nuevos centros científicos en una región de clima hostil al sur del territorio argentino. Los ministros de Defensa, Jorge Taiana, y de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, recorrerán  las bases antárticas Petrel y Esperanza, ambas pertenecientes al país, tras haber anunciado este hito.

Se trata de los nuevos Laboratorios Antárticos Multidisciplinarios de 120 metros cuadrados, junto a dos refugios en las islas Vega y Cerro Nevado cercanos a la base Marambio que durante los meses de febrero y marzo de 2023 serán desplegados en las bases San Martín, Esperanza y Orcadas –la más antigua de la Antártida dedicada a la ciencia– y estarán destinados a investigaciones y tareas científicas del Instituto Antártico Argentino.

Este ambicioso proyecto forma parte del plan “Construir Ciencia”, se lleva a cabo con fondos de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación que destinó $310 millones para el desarrollo de los laboratorios, está a cargo del Ministerio de Defensa de la Nación y fue impulsado por la cartera de Ciencia, el Instituto Antártico Argentino (IAA), el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) y la Fundación General Manuel N. Savio.

Los tres laboratorios fueron desarrollados por operarios militares y cuentan con la máxima tecnología de industria nacional, construido con materiales eficientes, livianos y resistentes.

La  estructura de cada módulo una vez armada es un domo romboide de formas rectas, como una cápsula cuadrada de color blanco con capacidad para 25 investigadores que podrán llevar adelante sus tareas asilados del clima inhóspito de la Antártida.

Su única función es operativa para el trabajo de los científicos ya que no están acondicionados para pernoctar en esas unidades, sino que ese rol lo cumplirán los dos refugios que acompañarán a cada laboratorio.